Despegarme de esta persona no significo que dejará de querer, renunciar o mostrar indiferencia frente a las cosas, al contrario, asumí la existencia de una manera libre. Este apego me volvió esclava de esta persona, me encontraba atrapada en un círculo vicioso de temores, sufrimiento y falsa seguridad.
Ese amor no fue una expresión de libertad sino una cadena, cree un vínculo disfuncional que me hacía infeliz y del cual no me fue fácil escapar. Hoy puedo admitir mi debilidad de estar sujeta a esa cadena, pero también puedo admitir que la venda ha caído al suelo y estoy tomando un día a la vez para poder dejar atrás esta dependencia que me enterraba la vida.