1/10/2018

Indeterminación

La duda es una enfermedad. Infecta la mente, creando una desconfianza en los motivos de las personas y de nuestras propias percepciones. 

La duda tiene la capacidad de poner en cuestionamiento todo lo que siempre hemos creído acerca de alguien, y reforzar las sospechas más oscuras de nuestros círculos internos.

La duda, como cualquier otra emoción, refleja parte de nuestras actitudes mentales que nos hacen reaccionar de formas no fluidas. Quizás no confiamos o estamos esperando demasiadas cosas de los demás.

La duda al surgir, da lugar a que la mente pierda su confianza, porque una vez que la mente comienza a dudar de si misma ha empezado ya a desaparecer, y esto es por el miedo.

La duda surge del miedo, de la inseguridad en mi propia inteligencia. La duda esta en guardia; la inteligencia se mantiene abierta porque sabe que pase lo que pase, será capaz de aceptar el desafio, será capaz de responder de una forma adecuada.

Si no puedes confiar, es mejor dudar, porque a través de la duda, podra surgir la posibilidad de la confianza. Si, la confianza no se puede "cultivar", la tenemos que descubrir dentro de nosotros mismos. Profundizando cada vez más en mi ser, ver hasta el centro de mi ser y descubrirla, y sólo así podré sumergirme en mar abierto sin saber si existe la otra orilla.