Dicen que la vida se vive por los pequeños momentos y decisiones espontáneas que
se te presentan de la nada. Te dicen que debes gozarlos al máximo porque solo
llegan una vez y si no los aprovechas te quedaras toda la vida en la espera de
que vuelva a suceder, y como bien sabemos, la espera es el óxido del alma, o
peor aún, te quedas con el famoso “y si hubiera”. Ahora que pasa cuando esos
momentos aventureros van en contra de todo lo que te ha hecho o han formado
hasta el día de hoy tu ser. Me refiero a esos momentos en los que debes
arriesgarte, tirar todo por la borda y dar el gran salto sin nada que perder.
Que pasa cuando tu intuición, o tu propio ser te pide a gritos que
vivas ese momento pero se interponen tu familia, amigos, el trabajo, la
universidad, tus creencias, que haces? “El destino suele estar a la vuelta de la esquina. Lo que no hace son
visitas a domicilio”, no puedes dejar que todo esto maravilloso que se te
presenta se te vaya de las manos pues pueda que tengas todo lo que has querido enfrente tuyo y por
miedo a vivir más y más intensamente
lo pierdas. Lo único que debes hacer es cerrar los
ojos y soñar, dejarte guiar en ese paraíso. Esta vida vale la pena vivirla por tres o cuatro cosas, y lo demás es
abono para el campo dijo Carlos Ruiz Zafón. Así que si me preguntes a mi que
hacer en momentos de aventura y riesgos, pues la respuesta es clara. La vida se
pasa volando, especialmente la parte que vale la pena vivir y por eso nada sucede por casualidad. En el
fondo, las cosas tienen su plan secreto, aunque nosotros no lo entendamos. Todo
forma parte de algo que no podemos entender, pero que nos posee y esa es la
espinita que te dice, vive...vive ese pequeño momento espontáneo porque las casualidades son las cicatrices del destino y en tu destino esta la presencia de ese momento.
Puedes al vivir esos pequeños momentos espontáneos ganar el mundo en
cuestión de una hora pero también puedes perderlo en un minuto. No estoy
diciendo que vivamos una vida desenfrenada, no. Lo que estoy diciendo es que la
vida se apaga por momentos y cuando se presenta ese sueño, hay que explotarlo,
nunca sabes cuando te va hacer falta.