Que no daría por que estuvieras cansado de mi...

Ya hace un año que tu no estas aquí, todavía duele como si hubiera sido ayer. Ya lo acepté, pero no deja de doler. Increíble todo lo que te perdoné por el amor que te tenía. Tanto tiempo y sigue doliendo.

Te amaba tanto, que incluso cuando me fallaste traté de entenderte. Contigo fuí mi mejor versión y tu fuiste la ilusión más desilusionante. Te incluí en mi futuro, como si fueras a quedarte a mi lado toda la vida. Tiempo después entendí que la vida te quita personas, sólo para ponerte mejores. Me dolió irme, pero más me dolió ver que no te importó, que nunca fui lo que tu dijiste que era.

No sé qué hacer con todo esto que siento dentro de mí. Es mucho que cargar para el próximo año. Tantas cosas buenas que me han pasado este año, experiencias nuevas, nuevas amistades, tanto amor en pequeños detalles y aún así me persigues, me atormentas...como quisiera que estuvieras cansado de mi.

Lloro a solas y en silencio por las noches en mi habitación. Muchos me ruegan que ya no escriba más sobre ti, que te doy dominio sobre mi al hacerlo...pero es que no entienden que me quiero sacar este dolor que llevo dentro. Ya no quiero levantarme cada mañana y recordarme que tengo que respirar hondo para poder afrontar mi día. Ya no quiero sentirme culpable por tus acciones, ya no quiero pensar en el por qué o tratar de entenderte. Lo que yo quiero es que ya no me duelas más en el alma.

Quiero amar de nuevo, reírme  y bailar en la arena. Quiero besar, tocar y ser del hombre correcto. Quiero salir a tomar, desvelarme y tener pláticas largas en la cama. Quiero  simplemente empezar desde cero y que tú ya no me duelas.