5/05/2019

Apetencia

El recuerdo húmedo de esa noche
la mantiene despierta y le hace
temblar su ser con deseo.

Su boca seca y cuerpo caliente
están sedientos y llenos de lujuria (por él).
De sus labios sale un prolongado suspiro,
su corazón se agita ante
la gana de sus dedos.
Los mueve con pasión y lujuria
mientras la cordura ella pierde.

Cuánto más se acariciaba entre sus muslos,
más vulnerable se volvía a
anhelar la esencia (de él)
en todo su cuerpo,
pero ante su ausencia,
con sus manos jugaba
al ritmo del recuerdo de esa noche.

Presionó y agito con rapidez
donde su necesidad era mayor
y se convirtió en un látigo
de placer que travesó su cuerpo.

Cerró los ojos y (pensando en él) entregándose
sintió su útero apretarse
espasmódicamente ante la
espiral de calor.

Retumbaba en su cabeza
el recuerdo de sus explicitas palabras,
excitantes, que la empujaban
al borde como nada más podía hacerlo
esa noche de pasión.

Su espalda se arqueó cuando sintió
como llegaba al éxtasis
y se dejo llevar hasta que derivó
en una llamarada de deslumbrantes sensaciones.

Sintió como su cuerpo explotaba y
se contraía mientras se hacía gemir
ante el esfuerzo de seguir empujando
hasta llegar a liberación...
Ah!
explotó y a la cima llego.