4/01/2019

Microcuento

Ella tenía todos los miedos puestos.
El la desvistió.
Y sin darse cuenta el beso paso
de la boca al cuello.
La empujo lentamente hacia atrás,
y se mantuvieron la mirada
mientras su mano pasaba de la
cintura al muslo nervioso.
Ella pensaba que si no mordía aquel deseo,
quizá ese deseo le mordería primero.
Se dejo llevar y por primera vez
en su vida decidió vivir la aventura de una noche.
El quería un lugar dónde perderse,
la madrugada hizo el cabello de ella un laberinto.
Entonces ella se acostó y se entrego.
Al despertar, entre risas y caricias
se vieron a los ojos y se dieron fin
a todo lo que podría ser y nunca será.