Hace poco mencione tu nombre como si fueras parte de todo esto a lo que decidiste renunciar, y sin querer volver aquellos días, agache la cabeza y en silencio te deseé lo mejor de las vidas. Tal vez no fui lo que querías, ni resulté ser lo que necesitabas, pero una cosa es cierta: Fuí más de lo que merecías. Me queda claro que no vas a volver a mi vida.. Me queda claro, también, que nuestros nombres nunca volverán a estar escritos en el mismo reglón de una página en blanco y mil historias para transcibir mientras nos reímos. Sólo eras eso. Un recuerdo lejano. Un pequeño error de la mente que sin querer ha cruzado pasado y presente
